El Tribunal Basmanni de Moscú ordenó hoy la detención preventiva por dos meses de un octavo presunto involucrado en el ataque terrorista ocurrido el viernes pasado en una sala de conciertos cerca de Moscú, quien negó su culpabilidad durante la audiencia judicial.
El individuo arrestado es Alisher Kasímov, de 32 años, un ciudadano ruso de ascendencia kirguís, a quien la investigación vincula con el alquiler de su apartamento a los presuntos autores del atentado, que resultó en al menos 139 muertos.
Kasímov rechazó las acusaciones y afirmó que simplemente publicó un anuncio sobre el alquiler de su apartamento en un sitio web y que no conocía a los futuros inquilinos. La madre del hombre, presente en la audiencia judicial, también aseguró a los medios que su hijo es inocente y desconocía los planes de los inquilinos de la vivienda.
Según ella, los arrendatarios le indicaron que trabajaban en obras de construcción. En los últimos dos días, la justicia ha decretado prisión preventiva para otros siete sospechosos del atentado. Los presuntos responsables del crimen enfrentan cargos de terrorismo y podrían ser condenados a cadena perpetua.
Varios políticos rusos han sugerido la posibilidad de reintroducir la pena de muerte para los condenados por terrorismo. Hasta ahora, las fuerzas de seguridad rusas han detenido a once personas relacionadas con el atentado, el cual fue reivindicado por el Estado Islámico. Cuatro de los detenidos participaron directamente en el ataque.
Según los últimos datos oficiales, el atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall, ubicada a 20 kilómetros del centro de Moscú, ha dejado al menos 139 muertos y 182 heridos.