El sábado pasado, el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró una victoria significativa al ganar las primarias del Partido Republicano en Carolina del Sur. Este triunfo lo posiciona cada vez más cerca de convertirse en el candidato oficial de su partido para las elecciones presidenciales de noviembre.
De acuerdo con las proyecciones de diversos medios estadounidenses como The New York Times y Fox News, Trump, de 77 años, obtuvo una amplia ventaja sobre su rival Nikki Haley, de 52 años. Haley, quien es nativa de Carolina del Sur, pierde así en su propio estado, donde se esperaba que contara con un fuerte respaldo. Hasta el momento, ni Trump ni Haley han emitido declaraciones sobre los resultados. Justo una hora antes del cierre de las urnas, Haley reiteró su compromiso con la contienda, afirmando: «No me voy a ninguna parte. Ni abandono ni me rindo; lucho y gano».
Haley ha manifestado en repetidas ocasiones su intención de continuar en la contienda al menos hasta el «supermartes» del 5 de marzo, fecha en la que se distribuirán más de 800 delegados y que se considera crucial para definir las candidaturas presidenciales.
Sin embargo, la derrota del sábado, especialmente dolorosa para ella en un estado donde también se desempeñó como gobernadora entre 2011 y 2017, podría llevarla a reconsiderar su posición.