El primer ministro de Haití, Garry Conille, reafirmó este miércoles la determinación del gobierno de no dar marcha atrás en su objetivo de restablecer la seguridad en el país, a pesar de la creciente violencia de las bandas armadas. Conille expresó su firmeza al visitar a tres agentes heridos durante un operativo en el centro de Puerto Príncipe.
Durante su visita al hospital, el Primer Ministro aseguró que el sacrificio de los policías «no será en vano» y destacó que «el restablecimiento de la seguridad es el mejor testimonio que se les debe» a estos efectivos. «No recularemos», afirmó Conille, reiterando su apoyo a los «valientes policías que fueron disparados en el ejercicio de sus funciones».
Los agentes heridos, miembros de la unidad de élite SWAT, resultaron afectados el pasado martes durante una operación conjunta entre la Policía Nacional de Haití (PNH) y efectivos kenianos de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, en el barrio Bel-Air, un área controlada por el jefe de bandas Jimmy Cherisier, alias ‘Barbecue’. La operación, que buscaba desmantelar las bandas que controlan la zona, también contó con el respaldo de la ONU.
En el transcurso de la intervención, algunos miembros de las bandas habrían sido abatidos, aunque los detalles aún no han sido confirmados.
A pesar del despliegue de la misión multinacional desde junio, los grupos armados continúan ganando terreno tanto en el norte como en el sur de Puerto Príncipe, lo que sigue generando preocupación en la población.
En un hecho separado, el Sindicato Nacional de los Policías Haitianos (Synapoha) reportó en la red social X el asesinato de la agente Michelle Nathanielle Megine, quien fue abatida mientras se dirigía a su trabajo. Su vehículo presentaba trece impactos de bala, según informó el sindicato.