En un impactante caso de abuso, Carmen Mieses, madre de Sandy Javier Mieses, junto con su tía, piden justicia por el brutal ataque que sufrió Sandy a manos de los guardias de seguridad del Hotel Occidental Caribe, donde trabajaba.
El incidente ocurrió cuando Sandy, de 26 años, se encontraba cumpliendo con sus labores y transportaba una tanqueta de cerveza dentro del hotel. Según relatos de su madre, su jefe, con quien aparentemente había tenido problemas anteriormente, lo confrontó sobre su destino con la cerveza. Tras una breve conversación, el jefe le permitió continuar con su trabajo. Sin embargo, poco después, Sandy fue abordado por personal de seguridad que, en lugar de expulsarlo del establecimiento de manera adecuada, lo llevaron a un área de alojamiento.
Ahí, lo introdujeron en una habitación y comenzaron a golpearlo salvajemente. Aunque Sandy intentó defenderse, la superioridad numérica de los agresores lo dejó indefenso. En el camino hacia el lugar donde lo llevaron, uno de los guardias dejó caer un palo, el cual Sandy intentó usar para protegerse, pero fue rápidamente dominado tras recibir un golpe en el pie que lo hizo caer.
El abuso continuó cuando lo arrastraron hacia un área boscosa, donde siguieron golpeándolo antes de amarrarlo. Sandy sufrió heridas graves y perdió el conocimiento. Fue trasladado a la clínica de Punta Cana por sus compañeros, quienes lucharon por su bienestar. En ese momento, aún consciente, Sandy fue llevado de emergencia a la Clínica Cedano en estado crítico.
Carmen Mieses describió el ataque como una brutalidad inhumana, afirmando que sólo «animales» podrían cometer tal atrocidad. Ella y otros empleados del hotel denuncian un patrón de abusos y maltratos constantes hacia los trabajadores.
Sandy Javier Mieses se encuentra actualmente en la unidad de cuidados intensivos, luchando por su vida. Su familia y colegas exigen justicia y una investigación exhaustiva para que los responsables de este acto inhumano enfrenten las consecuencias legales pertinentes.