Puerto Príncipe.- Garry Conille, el recién designado primer ministro de Haití, arribó este sábado al país desde el extranjero para asumir su nuevo cargo, en un momento crítico para la nación caribeña que enfrenta una profunda crisis sociopolítica.
Conille, nombrado primer ministro el pasado martes, llegó al Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture en la capital haitiana, donde fue recibido por el primer ministro interino, Michel Patrick Boisvert. Boisvert asumió el cargo tras la renuncia de Ariel Henry, quien dimitió a raíz de los actos de violencia ocurridos a finales de febrero. Ambos líderes se reunieron en privado en el salón de embajadores de la terminal, y la Oficina del Primer Ministro destacó que seguirán “otras reuniones de trabajo” en los próximos días.
Después del encuentro, Conille se trasladó desde el aeropuerto acompañado por una comitiva de una veintena de vehículos y dos ambulancias, según observó la agencia EFE.
El pasado jueves, Conille se comprometió públicamente a colaborar con el Consejo Presidencial de Transición para enfrentar los desafíos del país. Haití no ha celebrado elecciones desde noviembre de 2017, cuando Jovenel Moise ganó la presidencia; Moise fue asesinado el 7 de julio de 2021 en su residencia en Puerto Príncipe por un grupo armado.
En un mensaje difundido en su cuenta de YouTube, Conille expresó su compromiso con la transición y su disposición a trabajar con humildad por el bien del país. Agradeció a los consejeros y organizaciones que confiaron en él y calificó su nombramiento como un “gran paso adelante” para Haití, a pesar de la crisis actual. También mencionó haber mantenido diálogos con actores de la comunidad nacional e internacional desde su elección.
Conille, quien ha sido director regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para América Latina y el Caribe desde 2023, ya ejerció como primer ministro de Haití entre 2011 y 2012, bajo la presidencia de Michel Martelly.
Su designación se produce en un momento en que Haití espera la llegada de una misión multinacional de apoyo a la seguridad, liderada por Kenia y respaldada por la ONU, con el objetivo de frenar la violencia provocada por las bandas armadas en el país. En 2023, más de 8,000 personas fueron víctimas de la violencia en Haití, una situación que se ha intensificado desde finales de febrero.
Conille enfrentará el desafío de estabilizar una nación asediada por la inseguridad y la falta de gobernabilidad, con la esperanza de llevar a cabo una transición exitosa y restaurar la paz en el país.