Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo un llamado urgente al Congreso para que brinde más apoyo al Servicio Secreto, tras el reciente intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump en Florida. Biden enfatizó la necesidad de incrementar el personal y recursos disponibles para garantizar la seguridad de figuras públicas en medio de un clima político cada vez más violento.
El llamativo incidente ocurrió el domingo en el Trump International Golf Club en West Palm Beach, donde un individuo armado con un rifle AK-47 intentó acercarse a Trump, quien estaba jugando al golf. Afortunadamente, el presumible atacante fue detenido antes de poder disparar, y el expresidente fue encontrado ileso.
El FBI ha abierto una investigación sobre lo ocurrido, clasificándolo como un aparente «intento de asesinato». En su comparecencia, Biden condenó la violencia política y subrayó que «no tiene cabida aquí», promoviendo la resolución pacífica de las diferencias en las urnas.
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Sobre el manejo del Servicio Secreto, Biden expresó su satisfacción pero también reiteró la necesidad de evaluar si se requieren «más ajustes» para asegurar la protección de los candidatos durante las elecciones. «Vamos a considerar ese apoyo adicional», agregó.
Ryan Wesley Routh, el sospechoso de 58 años, enfrenta dos cargos federales por posesión de armas de fuego y podría ser condenado a hasta 20 años de prisión.
Por su parte, Trump atribuyó el ataque a la «retórica de la izquierda comunista», enfatizando que el clima de hostilidad política ha alcanzado niveles alarmantes. En un mensaje publicado en Truth Social, Trump advirtió que «debido a esta retórica, las balas están volando, ¡y esto solo va a ir a peor!».
El intento de asesinato representa el segundo ataque contra el expresidente en solo dos meses, lo que pone en evidencia la creciente preocupación sobre la seguridad de los líderes políticos en Estados Unidos, un tema que promete seguir dominando la agenda pública y legislativa.