En medio de la escalada de violencia en la Franja de Gaza, el número de víctimas mortales continúa aumentando. Los ataques israelíes han dejado al menos 91 personas muertas en las últimas 24 horas, según informes del Ministerio de Sanidad controlado por Hamás. Se reportaron nueve masacres contra familias, elevando el total de muertos desde el inicio de la ofensiva israelí a 35,800. Además, 210 personas resultaron heridas, sumando un total de 80,200 heridos desde que comenzó el conflicto.
Las operaciones militares israelíes se han expandido en Rafah, al extremo sur de la Franja de Gaza, donde se han registrado combates cuerpo a cuerpo entre las tropas israelíes y supuestos milicianos de Hamás. A pesar de los esfuerzos por evitar daños a civiles, se estima que aún quedan alrededor de 10,000 personas enterradas bajo los escombros.
La situación humanitaria se agrava con más de 1,4 millones de desplazados en la zona, quienes fueron nuevamente evacuados sin un lugar seguro al que ir. Más de 800,000 personas se han refugiado en las playas de Al Mawasi, una zona costera previamente identificada como «zona segura» por las fuerzas israelíes, pero que carece de condiciones básicas de vida, con miles de personas hacinadas en tiendas provisionales y sin acceso a agua ni saneamiento, según denuncias de Médicos Sin Fronteras (MSF).
La escalada de la violencia en Gaza ha generado una creciente preocupación a nivel internacional, con llamados urgentes a la contención y a buscar una solución diplomática que ponga fin al sufrimiento de la población civil en la región.