El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue recibido este domingo en el Parlamento, donde prestará el juramento constitucional frente a todo el poder político nacional y delegaciones de medio centenar de países.
Lula llegó a la sede del Poder Legislativo tras desfilar frente a una multitud de decenas de miles de personas en un Rolls Royce «Silver Wraith» sin capota de la Presidencia brasileña, en el que estuvo acompañado por su esposa, Rosângela «Janja» da Silva, su vicepresidente Geraldo Alkmin, y su esposa, Maria Lúcia Ribeiro.
Las ceremonias se concentran en la Explanada de los Ministerios, una avenida donde se sitúan todos los edificios del poder público nacional y que desde las primeras horas de este 1 de enero ha sido ocupada por decenas de miles de personas, en su mayoría vestidas con el color rojo del Partido de los Trabajadores (PT).
Lula, de 77 años, es el primer político brasileño elegido para gobernar el país tres veces. Asumió por primera vez hace hoy exactos 20 años y permaneció en el poder durante dos períodos consecutivos (2003-2010).
En la sede del Legislativo, además de todo el poder político, aguardan delegaciones de más de medio centenar de países que se han desplazado a Brasil para las ceremonias de investidura.
Entre ellos, una veintena jefes de Estado y de Gobierno, que incluye al rey de España y a los presidentes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Alemania y Portugal.
Después de prestar juramento, Lula pronunciará en el Parlamento su primer discurso en condición de nuevo presidente y luego se dirigirá al vecino Palacio de Planalto, sede del Gobierno, donde saludará a la multitud congregada en la Explanada.
Las ceremonias oficiales concluirán con una recepción que será ofrecida por Lula a las delegaciones extranjeras en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería, situada a unos quinientos metros de la sede de Gobierno.
Desde horas antes de la ceremonia, en la Explanada se celebra el llamado Festival del Futuro, un concierto que reúne a medio centenar de artistas populares y cuyo telón se prevé que bajará ya entrada la madrugada del lunes.