Peones de Ocasión

El ejercicio del poder en nuestro país, o en cualquier otro punto del globo terráqueo en donde haya una similar línea gubernamental, se enmarca en que quien ejerce cree que lo que sus oídos escuchan son sonidos celestiales.
No saben que medran alrededor de las más altas esferas gubernamentales, los más apasionados y oscuros deseos e intereses que mente humana alguna, pueda imaginarse.
Vuelan como lauras alrededor de esa víctima que el destino le ha colocado en el justo lugar que ellos esperaban, para saciar la sed de lograr ajustarse a una línea de crecimiento patrimonial.
Son anillos casi siempre invisibles que van cerrando, poco a poco.
Desde el más encumbrado cabeza de la gestión de turno, hasta el más lejano puesto en el orden jerárquico, se creen en demasía que esos círculos de nuevas amistades son devotos de lo que acontece.
Funcionarios que funcionan sin imaginarse nada, o a sabiendas, asienten sin saber que estos anillos usan una forma aviesa de disimular los verdaderos deseos de satisfacer el apetito siempre insaciable, de querer más y más, de lo que sea.
Posan en fotos con destacados protagonistas de la industria económica nacional.
Hacen rodar por redes sociales y medios informativos, notas con detalles de determinados encuentros en donde se decidió determinada acción para favorecer a estos protagonistas.
Naturalmente, siempre fragmentado el todo de lo tratado.
Ocultando la esencia del encuentro y dando a conocer lo que el pueblo quiere escuchar.
Nada de repartos, por si acaso, no creo que se llegue ahí.
Al menos, eso creo yo.
No es lo que se vendió, por lo tanto, sería de mal gusto pensar en eso.
Lo que si pienso y creo, es que en ese tipo de encuentros hay unos perfumes que marean a cualquiera.
Tanto así, que nunca se enteran estos funcionarios, que son peones de ocasión del sistema.

Efren Garrido, arqto., NY, Marzo 30 de 2022.

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