La Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicó este miércoles sus últimas previsiones sobre el fenómeno climático de La Niña, el cual podría desarrollarse entre diciembre de 2024 y febrero de 2025, aunque con características débiles y de corta duración. Según el informe, existe un 55 % de probabilidad de que se materialice este fenómeno, una ligera disminución respecto al 60 % estimado en septiembre.
La Niña, que ocurre cuando se presentan temperaturas más bajas en las aguas superficiales del océano Pacífico central y oriental, suele estar acompañada de alteraciones en la circulación atmosférica tropical, lo que provoca un aumento de viento y lluvias. Sin embargo, la OMM señala que el enfriamiento actual del agua aún no ha alcanzado los niveles típicos para este fenómeno. Además, se menciona que las anomalías en los vientos del oeste observadas durante septiembre y principios de noviembre han ralentizado su desarrollo.
En la actualidad, el mundo se encuentra bajo condiciones meteorológicas neutras, típicas de esta época del año, tras el fin de El Niño en mayo de 2024. Este fenómeno inverso, que comenzó en junio de 2023, provocó un aumento de las temperaturas globales y alcanzó su máximo hace un año.
A pesar de las condiciones neutras, la OMM advierte que los fenómenos climáticos extremos, como lluvias intensas e inundaciones récord, se han convertido en eventos cada vez más frecuentes, incluso en ausencia de El Niño o La Niña. «Aunque las condiciones actuales parecen normales, hemos sido testigos de una serie de eventos climáticos extremos que lamentablemente se han vuelto la nueva norma en nuestro clima cambiante», afirmó Celeste Saulo, secretaria general de la OMM.
La experta destacó que, aunque se produzca La Niña, su efecto de enfriamiento a corto plazo será insuficiente para contrarrestar el impacto del calentamiento global debido a los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Así, la OMM advirtió que 2024 podría convertirse en el año más cálido registrado hasta la fecha.
De cara a 2025, la OMM estima un 55 % de probabilidad de que las condiciones meteorológicas se estabilicen en un escenario neutro entre febrero y abril.