Para la selección colombiana que participa en el Grupo C del Clásico Mundial Béisbol, todo parecía estar cayendo en su lugar el lunes por la tarde en el Chase Field, donde iba ganando la tropa de Jolbert Cabrera por 3-0 sobre Gran Bretaña, un equipo que había sido derrotado de manera contundente tanto por los Estados Unidos como por Canadá en sus primeros dos partidos como país en la historia de estos torneos.
Sin embargo, a partir del cierre del cuarto episodio, los británicos superaron en la pizarra 7-2 a los colombianos, rumbo a una victoria por 7-5. Es un resultado que podría llegar a ser fatal para Colombia, que tras su triunfo sobre México el sábado en su primer encuentro del certamen iba a estar en una posición privilegiada si llegaba al martes con récord de 2-0 en esta fase de grupos.
“Es una derrota difícil, porque todas las derrotas te van a doler”, dijo el dirigente Cabrera.
No fue un juego limpio de parte de Colombia. A la defensa, hubo un par de errores. Los lanzadores regalaron ocho pasaportes. Y en la parte ofensiva, los bateadores estuvieron de 14-3 con corredores en posición de anotar, dejando un total de 10 en circulación.
“Demasiadas bases por bolas. Muy inconsistentes tirando strikes hoy”, comentó Cabrera, cuyo equipo ahora lleva marca de 1-1 en el Grupo C. “No pudimos mantenerlos alejados de las bases”.
Entre la afición colombiana presente y la prensa de dicho país cubriendo el evento, reinó el factor sorpresa al ver a su equipo caer ante un oponente que nadie esperaba reaccionara de esa manera.
Pero Cabrera no lo vio así.
“No es algo que me sorprende”, comentó el capataz. “Equipos como Gran Bretaña, si tú no los pones lejos temprano en el juego y los mantienes cerca en el juego, al final te lo embolatan y eso fue lo que pasó. No ejecutamos”.
Otra diferencia entre la victoria colombiana sobre México y la derrota ante Gran Bretaña fue el ambiente en el estadio. Hubo una asistencia de casi 30,000 en el partido del sábado. El lunes, 10,416 personas dijeron presente. Se notó la discrepancia.
“Tenemos que subir el nivel de energía”, comentó Cabrera. “Yo sabía que la adrenalina de mis jugadores no iba a ser la misma, simplemente porque el estadio iba a estar (medio) vacío. Entonces, cuando vienes de algo tan elevado y (llegas) al próximo partido, después de un día libre, es difícil volver a subir de nivel.
“Pero me quito el sombrero ante Gran Bretaña. Jugaron un fantástico partido”.