Apenas días antes del inicio de la parte local del calendario de los Dodgers, Mookie Betts enfrentó un serio problema de salud que lo dejó fuera de la Serie de Tokio y lo hizo perder casi 20 libras en dos semanas. Afectado por una enfermedad no diagnosticada, el estelar jugador pasó momentos complicados, llegando incluso a no poder ingerir alimentos sólidos sin vomitar.
Sin embargo, tras regresar antes de lo previsto de Japón y comenzar a recuperar su peso, Betts demostró una notable recuperación. Contra todo pronóstico, no solo estuvo listo para la primera serie en casa de los Dodgers, sino que también mostró su mejor versión en el terreno de juego.
El viernes, Betts conectó dos jonrones decisivos en la victoria 8-5 sobre los Tigres, incluyendo un estacazo de tres carreras que dejó en el terreno al equipo rival en un emocionante partido de 10 innings. Su actuación lo convirtió en el séptimo jugador en la era de la expansión (desde 1961) en conectar múltiples cuadrangulares para tomar la ventaja en la 8va entrada o después, según datos de Elias Sports Bureau.
Con este desempeño, Betts no solo reafirmó su importancia en el equipo, sino que también aseguró que los aficionados del Dodger Stadium disfrutaran de una noche inolvidable en la entrega de los anillos.
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