El chequeo médico anual, es un tema que a veces en el ajetreo del día a día puede resultar frustrante para quienes no gustan de las visitas a clínicas, sin embargo es recomendado saber los cambios que atraviesa nuestro cuerpo con el paso del tiempo.
El comienzo de año es un buen momento para realizar chequeos, mucho mejor que cerca de fin de año, porque seguramente deberá hacerse exámenes y diciembre es un mes cercano a las vacaciones. Entonces, en febrero, marzo, abril, mayo, es una buena oportunidad para sacar turno con el médico y decir: “Doctor, quiero hacer un chequeo”.
¿De qué consta ese chequeo? Primero el médico le va a hacer una serie de preguntas, un interrogatorio: ¿Tiene dolores? ¿Tiene trastornos digestivos? ¿Duerme bien? Un cuestionario que lo van a orientar sobre qué estudios pedir.
Los estudios pueden ser fáciles, según el centro en que decida tratarse por lo que es recomendable hacerlos en horas tempranas de la mañana.
Algunos estudios necesarios son: análisis de laboratorio, estudios de sangre y de orina. En el caso de la mujer, las hormonas femeninas, la FSH, la LH, la prolactina, el estradiol, hay tanto que se puede analizar con el examen de laboratorio. La progesterona en el hombre o el PCA, por ejemplo, que se usa para descartar o para orientarse en procesos prostáticos que podrías ser un cáncer de próstata y uno lo puede prevenir y se cura.
Es por esto que la visita del cheque anual puede ser muy beneficioso para saber sobre nuestro estado de salud.