Stephen Curry. Desde que se lesionase el pasado 14 de diciembre hasta su regreso, el vigente campeón de la NBA firmó un récord positivo (6-5), cosa que parecía prácticamente impensable dada la ‘Curry-dependencia’ que parecían vivir en los primeros compases de curso. Con la vuelta del ’30’, todo vuelve a ‘su sitio’. Los Warriors pueden saber quién son en un curso que no tiene rey en la Conferencia Oeste.
Ante los Phoenix Suns no fue el mejor regreso competitivo (113-125). Derrota ante un equipo al que le faltaban sus mejores jugadores (Devin Booker, DeAndre Ayton, Chris Paul o Cameron Johnson), bajo acierto -38,5% en el tiro- y sensación de ‘frialdad’ en el regreso a las pistas de Curry (24 puntos con 8/22) y Andrew Wiggins (10 puntos con 5/16). Pero es lo que medirá quién son. Más allá de esa racha sin su leyenda. “Sin Steph tuvimos un gran récord. Honor a los chicos por defender el fuerte”, relató Steve Kerr, técnico en la Bahía. “Curry volvió a sentir el juego, en la segunda parte estuvo muy bien y es algo positivo porque volver así de esas lesiones es muy complicado”, agregó.