Jean Segura tardó en jugar, pero cuando lo hizo no dejó pasar la oportunidad.
El nuevo miembro de los Marlins pegó un extrabase en la séptima entrada que remolcó las carreras que confirmaron el nocaut para la República Dominicana sobre la escuadra de Israel. Decir que este partido contra Israel era de puro trámite para la República Dominicana era faltarle a la verdad.
Se trataba de un paso absolutamente necesario para tener voz y voto en un choque que muchos habían marcado en el calendario de este Clásico Mundial de Béisbol.
Los quisqueyanos superaron el martes en la noche 10-0 a los israelitas para llegar en igualdad de condiciones a un partido de vida o muerte contra Puerto Rico que determinará quién acompañará a Venezuela, ya clasificada a los cuartos de final.
Si este partido en situaciones normales reviste importancia por la gran rivalidad histórica entre ambas naciones del Caribe, no habrá que imaginar cómo estará el loanDepot park este miércoles a las 7:00 p.m., cuando se dé la la voz de “Play Ball’’ en lo que será una eliminación en toda la línea. “Para nosotros, este es el juego más importante del torneo’’, había comentado el lunes el manager de Puerto Rico, Yadier Molina, algo que fue secundado de cierta manera por Rodney Linares, el dirigente de República Dominicana, después de que su equipo dejará atrás a Israel.
Tanto boricuas como dominicanos fueron vencidos por los venezolanos que ahora son vistos con una cuota mayor de respeto, pero no cabe duda de que el vencedor del miércoles entrará a la próxima ronda con igualdad de condiciones y página en blanco para escribir una nueva historia.