En medio del dramatismo que ha marcado la Serie Final de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), el bate confiscado anoche al jugador Gustavo Núñez fue declarado libre de elementos extraños luego de una rigurosa inspección realizada esta mañana en la oficina de la Liga Dominicana. El procedimiento se llevó a cabo en presencia de testigos de ambos equipos, los Leones del Escogido y los Tigres del Licey.
La controversia surgió tras un cuadrangular decisivo de dos carreras que Núñez conectó en la novena entrada, permitiendo a los Tigres igualar el marcador y abrir paso a su victoria en entradas extras. Ante sospechas de una posible alteración en el bate, Albert Pujols, dirigente de los Leones del Escogido, solicitó su incautación para una revisión exhaustiva.

Pujols defendió su decisión de pedir la revisión, argumentando que se basó en su instinto y en señales que consideró inusuales durante el partido. No obstante, la prueba demostró que el bate de Núñez cumplía con las normativas de la Liga. “Sí, en verdad, el bate no tiene ningún problema. Se jugará un juego número 7 y yo puedo pagar la multa de 50 mil pesos por un chance de tratar de ganar el campeonato. Todo el mundo en el dugout tuvo sospecha, pero eso no cambiaría nada”, expresó el dirigente de los Leones.
Reglamentación y consecuencias
El Artículo 53.7 del reglamento de la LIDOM permite a los dirigentes solicitar la revisión de bates sospechosos, estableciendo medidas claras para evitar alteraciones en el equipo de los jugadores. Sin embargo, en casos como este, donde no se encuentran irregularidades, el equipo que solicita la revisión está obligado a compensar al rival con RD$50,000, monto que Pujols ya aseguró estar dispuesto a pagar.
Un Juego 7 lleno de expectativas
Superada la controversia, toda la atención se centra ahora en el decisivo Juego 7, que se disputará esta noche entre los Leones del Escogido y los Tigres del Licey. Este enfrentamiento promete ser épico, con ambos equipos históricos luchando por el título en una serie cargada de emociones, drama y rivalidad.
La fanaticada y los amantes del béisbol se preparan para vivir una noche inolvidable que podría definirse como uno de los momentos más emocionantes de la historia reciente de la LIDOM.