Con 30 puntos y 8 triples de Klay Thompson, los Golden State Warriors arrasaron este jueves 127-100 a Los Angeles Lakers y colocaron el empate 1-1 en esta semifinal de la Conferencia Oeste de la NBA.
Thompson fue la figura de los vigentes campeones al sumar el sexto partido de su carrera en playoffs con al menos 8 triples, la mayor cantidad para cualquier jugador en la historia.
El escolta logró sus 30 puntos y 8 triples, en 11 intentos, en apenas 31 minutos en pista y pudo descansar todo el último cuarto.
«Esto se siente muy bien. No había lanzado particularmente bien en los últimos partidos. Entré en calor desde el principio y fui más paciente para lograr buenas posiciones», explicó Thompson, quien posee el récord de triples en un partido de NBA con 14.
El espectacular acierto del escolta, hijo del exjugador de Lakers Mychal Thompson, permitió a Stephen Curry centrarse más en la dirección de juego repartiendo 12 asistencias, su mayor cifra en playoffs desde 2014.
Curry sumó también 20 puntos en solo 12 lanzamientos y contribuyó con 3 espectaculares triples a la ofensiva exterior de Warriors, que clavaron 21 tiros de tres puntos con un 50% de acierto por 10 de su rival (29%).
Por los Lakers, LeBron James tuvo un inicio fulgurante con 14 puntos en el primer cuarto pero, con escaso apoyo de sus compañeros, su cuenta se quedó al final en 23 puntos y 7 rebotes.
Anthony Davis, que fue clave en el triunfo inaugural de Lakers con 30 puntos y 23 rebotes, apenas logró 11 y 7 el jueves.
«Hice los mismos tiros que en el primer partido, pero los fallé», dijo después Davis.
«Seremos mejores, yo seré mejor», aseguró el pívot mirando ya hacia los dos próximos partidos del sábado y lunes en Los Ángeles.
«Ellos hicieron sus ajustes», dijo de su lado LeBron. «Sabíamos que iban a hacerlo, eso es lo que hace un equipo campeón. Ahora debemos hacer los nuestros para el tercer partido».
Draymond Green, con 11 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias, fue esta vez el encargado de contener a Davis después de que el pívot titular, Kevon Looney (6 puntos en 12 minutos), tuviera que arrancar desde el banquillo por enfermedad.
Su sustituto en el quinteto, JaMychal Green, no se resintió de su escasa experiencia en playoffs y brilló con 15 puntos en 13 minutos.
Los Warriors se hicieron con el control del partido antes del descanso y cerraron el tercer cuarto con una ventaja ya inalcanzable de 30 puntos.
Gris Anthony Davis
Empujados por su público del Chase Center, los Warriors evitaron una derrota que les hubiera obligado a remontar un 2-0 en contra como en la serie de primera ronda ante los Sacramento Kings.
Con una actuación memorable de 50 puntos de Curry, Golden State salió con vida del séptimo y definitivo partido ante los Kings pero dos días después pagaron el desgaste físico y emocional cayendo en casa ante los Lakers.
El segundo duelo del jueves arrancó también de cara para los angelinos gracias a un inspirado James, que recuperó la puntería anotando sus dos primeros triples.
El máximo anotador histórico de la NBA llegaba al choque con una nefasta efectividad del 18% en triples en estos playoffs, con solo 9 anotados de 49 intentos.
LeBron sumó 21 puntos al descanso y apenas logró 2 más en el tercer cuarto antes de recibir una falta técnica por protestar y ver desde el banquillo todo el último parcial.
Atando en corto a Davis, para los Warriors solo era cuestión de que prendieran la mecha de su artillería exterior, lo que hizo Klay Thompson con un fabuloso segundo cuarto de 14 puntos.
El escolta, de 33 años, brilló como en sus mejores épocas con triples de todas posiciones hasta que Steve Kerr lo mandó a descansar al final del tercer cuarto con los Warriors 30 arriba (110-80).
Los técnicos fueron sentando al resto de titulares en el último parcial, que sirvió para que debutara con los Lakers el veterano pívot Tristan Thompson, compañero de LeBron en los Cavaliers que jugaron cuatro Finales ante los Warriors y lograron el anillo en 2016.
«No creo que (esta victoria) mande ningún mensaje», apuntó Thompson. «Estamos 1-1 y tenemos que ir a Los Ángeles y ganar uno».