Los fuertes aguaceros registrados en Haití durante las últimas jornadas han dejado al menos 51 muertos, 18 desaparecidos y 140 heridos, informó este martes la Dirección de Protección Civil (DPC) en un reporte donde no se reflejan los efectos de un terremoto registrado esta madrugada en el suroeste del país.
Al menos 820 viviendas quedaron destruidas por las lluvias, otras sufrieron 1.625 daños y 31.591 resultaron inundadas, destrozos que afectan a 39.458 familias de siete departamentos geográficos, donde también numerosas infraestructuras, escuelas y centros de salud resultaron dañados, según las autoridades haitianas.
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Equipos de Protección Civil (DPC) se está movilizando junto a sus socios para coordinar la respuesta de emergencia para proporcionar cobijo, alimentos, productos de higiene y agua en las zonas más afectadas por las inundaciones, especialmente devastadoras en el oeste.
El primer ministro Ariel Henry afirmó que su Gobierno, «junto con instituciones nacionales e internacionales, está tomando medidas urgentes para satisfacer las demandas del día”, escribió en su cuenta de Twitter.
Esta temporada de huracanes, que comenzó el primero de junio, encuentra a Haití en medio de una crisis humanitaria marcada por el regreso del cólera, el aumento del número de personas en situación de inseguridad alimentaria y el deterioro de la crisis de seguridad.
“Los desastres provocados por una ausencia total de políticas públicas para la preservación y protección del medio ambiente provocan enormes pérdidas humanas y materiales”, señalaron desde la Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh) en un comunicado de prensa.
La organización denunció que cada año las autoridades se contentan con lanzar mensajes de prevención sin hacer nada concreto, constatando los daños y prometiendo acudir en auxilio de las víctimas, una estrategia «que nunca ha dado resultados, no es suficiente”.
La ONG reclamó a las autoridades que apliquen una política serie de gestión de riesgos ante desastres limpiando canales, encauzando ríos, evitando la tala desenfrenada de árboles y fortaleciendo las capacidades comunitarias con el objetivo de reducir los daños relacionados con el clima.
La Embajada de los Estados Unidos en Haití manifestó su preocupación por los efectos de las intensas precipitaciones y mostró su compromiso con el pueblo haitiano ante los daños que se observan en las zonas afectadas que, sin ser consecuencia de un ciclón por una tormenta tropical, resultan «considerables».
Las inundaciones se producen en un contexto en el que la población haitiana ya enfrenta grandes vulnerabilidades en el que el plan de respuesta humanitaria sigue estando subfinanciado, habiendo recibido solo el 20 % del presupuesto necesario, según el coordinador interino de la acción humanitaria en Haití, Jean-Martin Bauer, que llamó a la solidaridad con el pueblo haitiano.
La previsión meteorológica de la Unidad Hidrometeorológica (UHM) anuncia una semana lluviosa a causa de varias ondas tropicales, incrementándose con ello el riesgo de un repunte del cólera en los próximos días.
A los efectos de las lluvias habrá que sumar las consecuencias del terremoto de magnitud 4,9 que sacudió esta madrugada el suroeste haitiano, que por el momento ha dejado al menos tres muertos y un número indeterminado de heridos a los que intentan atender en los desbordados hospitales de Jérémie, en Grand’Anse.