El presidente ruso, Vladímir Putin, solicitó hoy a la Fiscalía que asegure que los terroristas responsables del ataque contra la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, reciban un castigo justo. En sus palabras dirigidas a los miembros de la Fiscalía rusa, Putin expresó su confianza en que se haga todo lo necesario dentro del marco legal para que los perpetradores reciban el castigo adecuado, como lo estipula la legislación rusa. Recordó que el atentado resultó en la trágica muerte de numerosos individuos, incluyendo niños, adolescentes y mujeres, y enfatizó que los culpables han sido detenidos y que se está llevando a cabo una investigación meticulosa para esclarecer los detalles del crimen.
El fiscal general, Ígor Krasnov, reconoció que el ataque en el Crocus City Hall representa un nuevo desafío para el sistema de seguridad del país y llamó a los fiscales a tomar medidas para prevenir futuras tragedias. También instó a intensificar los esfuerzos para reducir la amenaza extremista y terrorista, mencionando otros incidentes violentos recientes en regiones de mayoría musulmana como Daguestán y Bashkiria.
A pesar de que el Estado Islámico se atribuyó de inmediato la responsabilidad del atentado, Putin sugirió anteriormente la posible implicación de una entidad ucraniana, desconfiando de la hipótesis presentada por los servicios de inteligencia occidentales que atribuían el ataque al Estado Islámico de la Provincia de Jorasán. Putin expresó su interés en identificar a los autores intelectuales del crimen.
Por otra parte, el Tribunal Basmanni de Moscú ordenó hoy la detención preventiva por dos meses de un octavo sospechoso del ataque terrorista, Alisher Kasímov, de 32 años, quien presuntamente alquiló su apartamento a los perpetradores del atentado. Hasta el momento, el ataque en Krasnogorsk, ubicado a unos 20 kilómetros al noroeste del centro de Moscú, ha dejado al menos 139 muertos y 182 heridos.