Faaduma Diviyee ha sido testigo de procesos electorales pero nunca ha tenido la oportunidad de emitir su voto, una experiencia compartida por la mayoría de los residentes en Somalia. Este escenario podría cambiar en las próximas elecciones en el estado de Puntland, donde se busca implementar por primera vez en más de cinco décadas el sufragio universal directo.
“Siento que este es el momento para las generaciones más jóvenes que nunca han participado en elecciones. Tengo más de cincuenta años y nunca he tenido la oportunidad de ver unas elecciones”, menciona Diviyee a EFE desde Garowe, la capital de Puntland.
Desde el jardín del principal hotel de la ciudad, en contraste con las casas de una sola planta y los restaurantes callejeros hechos de chapa pintada en diversos colores, esta activista y directora de una ONG local resalta la importancia de esta opción: “es la única decisión justa”, afirma.
Diriyee nació en 1967, siete años después de la independencia de Somalia y dos años antes del golpe militar que derrocó un gobierno democrático en favor de la dictadura de Mohamed Siad Barre. La caída de Barre en 1991 dejó al país en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
Un sistema indirecto Si bien en la última década Somalia ha tenido dos elecciones presidenciales, estas votaciones no se asemejaban a la idea tradicional de la democracia, sino que se llevaron a cabo mediante un complejo sistema indirecto basado en clanes, una pieza fundamental de la sociedad somalí.
En uno de los países más homogéneos de África, los clanes son similares a familias cuyos linajes se pueden rastrear durante varias generaciones, más que a etnias.
Los ancianos respetados de las comunidades eligen a los delegados, quienes nombran a los 275 diputados y 54 senadores del Parlamento, distribuyendo los asientos proporcionalmente entre los principales clanes.
Estos legisladores seleccionan al presidente en un procedimiento similar que se replica a nivel regional en cada uno de los cinco estados federales del país.
Hasta hace poco, solo la región separatista autoproclamada de Somalilandia (norte) había logrado llevar a cabo elecciones mediante sufragio universal directo, pero Puntland podría seguir este camino muy pronto.
Desacuerdos políticos A pesar del entusiasmo de muchos jóvenes por este nuevo sistema, la iniciativa ha enfrentado la oposición de varios partidos. Estos acusan al presidente de Puntland, Said Abdullahi Deni, de querer extender su mandato más allá del límite establecido para el 8 de enero, después de que las autoridades electorales anunciaran que la votación se celebraría en febrero.
“Su argumento es que este no es el momento, entonces pregunto, después de 25 años desde la creación de Puntland en 1998, ¿cuántos años más debemos esperar?”, reflexiona el presidente Deni durante una entrevista con EFE en su residencia oficial en la capital.
Deni promovió en 2021 una primera prueba electoral con «un voto por cada hombre» en unos comicios celebrados únicamente en tres distritos, repitiendo la experiencia en mayo pasado en unas elecciones locales históricas en 33 circunscripciones, que no pudieron llevarse a cabo en otras tres por motivos de seguridad.
No obstante, en junio, la estabilidad que generalmente se experimenta en Puntland, donde el grupo yihadista Al Shabab no actúa, se vio afectada por enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y milicias que se oponen a los cambios electorales que discutía el Parlamento puntlandés, resultando en la muerte de al menos veinte personas.
A pesar de que niega tener vínculos con estos ataques, Farah Juma, exministro de Finanzas de Puntland (2009-2014) y portavoz de los grupos de la oposición contrarios al nuevo sistema, alega que Deni “ha engañado a la gente” y “no ha seguido el proceso legal adecuado”.
Jóvenes y mujeres Estos desacuerdos políticos no han silenciado a los residentes de Puntland, quienes anhelan un cambio hacia la democracia, especialmente las mujeres y los jóvenes, excluidos del sistema de clanes.
A pesar de que solo dos de los 66 miembros del Parlamento del estado son mujeres, ellas obtuvieron hasta un 17% de los asientos en las elecciones locales celebradas en mayo pasado.
“Las mujeres deben estar presentes en la mesa donde se toman las decisiones. ¿Cómo pueden los hombres decidir por ellas o entender sus necesidades?”, subraya con firmeza Faaduma Diviyee.
Por ende, Puntland podría allanar el camino hacia un sistema democrático en Somalia, un país que, tras años de promesas incumplidas, anunció en mayo que introduciría el sufragio universal directo en las elecciones locales programadas para junio de 2024.